Ashtanga yoga es un sistema de yoga clásico originario del sur de la India descrito por Vamana Rishi en el yoga korunta. A principios del siglo XX Sri T. Krisnamacharya lo aprendió de su Gurú, Rama Mohan Brahmachari y a partir de 1927 se lo trasmitió a su discípulo Sri K. Pattabhi Jois, quien lo enseñó en su casa de Mysore durante más de 65 años y lo divulgó internacionalmete. Sri K. Pattabhi Jois, conocido cariñosamente por sus alumnos como Guruji, enseño este sistema de yoga a varias generaciones de practicantes hasta poco antes de fallecer el 18 de mayo de 2009 en su casa de Mysore, India. Actualmente su hija, Saraswati Rangaswamy, y su nieto, Sharath, dirigen el instituto fundado por él en 1948.
Miles de personas en todo el mundo lo han adoptado como una práctica personal. Este estilo de yoga tiene unas peculiaridades que lo hacen único.
Estilo mysore. Es el método tradicional para aprender ashtanga yoga tal y como se enseña en el
K. Pattabhi Jois Ashtanga Yoga Institute en la ciudad de Mysore al sur de la India. En estas clases cada estudiante sigue su rutina en función de sus capacidades y aprende la serie con paciencia y constancia, postura a postura, siempre bajo la supervisión y guía del profesor, el cual hace ajustes físicos y decide cuándo el alumno está preparado para aprender la siguiente postura o asana. Esto permite mezclar alumnos avanzados con principiantes en la misma clase sin comprometer el nivel de cada uno.
Hay tres grupos de secuencias en el sistema de ashtanga y cada una tiene su función. La primera serie (Yoga Chikitsa) desintoxica y alinea el cuerpo. La serie intermedia (Nadi Shodhana) purifica el sistema nervioso abriendo y despejando los canales de la energía. Las series avanzadas A, B, C, y D (Sthira Bhaga) integran la fuerza y la tolerancia de la práctica, requiriendo niveles más altos de flexibilidad y humildad.
El sistema de vinyasa es una cuenta exacta de movimientos y respiraciones que realizamos en cada postura. Por ejemplo, Surya Namskar tiene un vinyasa de nueve. El primer vinyasa es inhalando mientras levantas tus brazos sobre tu cabeza y juntas las manos; el segundo es exhalando mientras flexionas hacia adelante, colocando las manos al lado de tus pies, etc. De esta manera todas las posturas o asanas tienen un número concreto de vinyasa.
El propósito del vinyasa es una limpieza interna. La combinación de las asanas con el movimiento y la respiración hacen que la sangre circule alrededor de todas las articulaciones, inhibiendo los dolores del cuerpo. El calor que se genera ayuda a eliminar impurezas que son expulsadas del cuerpo a través del sudor durante práctica. Si el vinyasa se sigue correctamente el cuerpo llega a ser sano y fuerte.
Bhanda significa cierre o sello. Son los cierres que sellan la energía dando ligereza, elasticidad y salud al cuerpo. Sin bandhas, la respiración no será correcta, y las posturas o asanas no darán ningún beneficio. En ashtanga yoga utilizamos tres bhandas:
Tristhana: significa los tres lugares de la atención o de la acción: postura, sistema de respiración y lugar donde mirar. Estos tres son muy importantes para la práctica del yoga, y cubren tres niveles de purificación: el cuerpo, el sistema nervioso y la mente. Se realizan siempre conjuntamente uno con el otro.
Asana significa postura y en Ashtanga se realizan siguiendo una serie que ha sido diseñada cuidadosamente, se practicará cada día con ayuda del profesor como guía. Asana y respiración están estrechamente ligados, la respiración será la que comience cada movimiento que nos llevará a una asana. Las asanas se realizan para purificar, dar fuerza, consolidar y dar flexibilidad al cuerpo y estabilizar la mente.
Dristhi Es el lugar donde miras durante la asana. Hay nueve dristhis: la nariz, entre las cejas, el ombligo, el pulgar, las manos, los pies, arriba, hacia el lado derecho y hacia el lado izquierdo. Dristhi purifica y estabiliza el funcionamiento de la mente.
Respiración Ujjayi o respiración victoriosa, se mantiene durante toda la práctica con una pequeña contracción de la glotis en la garganta, y tiene como resultado calentar el cuerpo generando un intenso calor interno que ayuda a la eliminación de toxinas.
Las respiraciones largas y uniformes fortalecerán nuestro fuego interno, aumentando el calor en el cuerpo el cual calienta la sangre para la purificación física, expulsando las impurezas. Cuando se consolida este fuego, nuestra digestión, salud y vida mejoran.
